En su afán por recuperar al público que perdió en sus tres últimas películas -El bosque, La joven del agua y El incidente-, el cineasta estadounidense de origen indio M. Night Shyamalan aceptó el encargo de Paramount Pictures de llevar al cine la popular serie televisiva de animación Avatar: The Last Airbender, que además entusiasmaba a sus hijas. El resultado es Airbender: el último guerrero, seguramente su peor largometraje.
La acción se desarrolla en una tierra mítica, dividida entre las naciones del Aire, el Agua, la Tierra y el Fuego, cada una con maestros que dominan mágicamente su respectivo elemento. Los cuatro reinos han vivido en paz hasta hace un siglo, cuando la Nación del Fuego inició una guerra brutal contra las otras tres. Só…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.