Como sabe cualquier cuarentón, Vicky es el hijo de Halvar, jefe vikingo de la aldea de Flake. Halvar y sus hombres, buenos vikingos, se dedican a robar y saquear, les gustan las peleas, los banquetes y exhibir su fuerza. Para Halvar es una vergüenza que su hijo sea enclenque y prefiera enfrentarse a los problemas utilizando la inteligencia en lugar de los músculos y decide darle una lección…
Esta adaptación de la popular serie de dibujos animados (más que del libro original de Runer Jonson) se destina claramente a la gente menuda (menores de 12 años). Todos los detalles, desde el drakar, al “estoy entusiasmado”, pasando por el gesto de frotarse la nariz, o la bola metálica de Sven serán recordados por aquellos que disfrutaron en su día de las aventuras de Vicky; quienes también reconocerán las melodías, aunque hayan sido remozadas.
Vicky el vikingo es una lograda película familiar que mediante una combinación de decorados, dirección de actores y efectos especiales ha conseguido hacer una buena adaptación del dibujo original a personajes de carne y hueso. Se conserva el sabor y la ingenuidad del original, que no oculta el carácter salvaje de los vikingos, pero se ríe de ello y ensalza el valor, la amistad y el uso de la inteligencia para superar los obstáculos.