Director y guinista: Alejandro Agresti. Intérpretes: Mónica Galán, Julieta Cardinali, Carlos Roffé, Ulises Dumont, Mex Urtizberea. 90 min. Jóvenes-adultos. (SD)
El argentino Agresti, firmante de títulos tan variopintos e irregulares como «El sueño de Valentín», «Una noche con Sabrina Love» o «El viento se llevó lo que», opta por una historia más melodramática en torno a una mujer que descubre que su marido, al que creía muerto hacía más de veinte años, aún vive en un pequeño pueblo de la costa. Decide viajar hasta allí con su hija, quien nunca conoció a su padre. Juntas tratarán de hacerle recobrar la memoria y ofrecerle una familia.
Se trata de la enésima película sobre la búsqueda del padre, en este caso con cierto carácter coral. De fondo está, como un ruido sordo pero constante, la herida abierta de la dictadura militar, aunque con una puerta abierta a la reconciliación. La reunificación familiar es el tema de una película que habla de la importancia de los lazos y de no cerrar en falso los capítulos de la vida. La película es muy seca en su puesta en escena, pero muy auténtica en su tratamiento. De final rosselliniano, breve, precipitado, pero muy sugerente, la película está excelentemente rodada, y sus planos están cosidos por una partitura de piano tan emotiva como eficaz. Además, la fotografía nos ofrece unas preciosas imágenes nocturnas.
Juan Orellana