Son tan influyentes las series televisivas que se han convertido en un referente de abundantes biografías, retratos generacionales y películas. Así ha sucedido, sin éxito, en «Embrujada», donde las hermanas Nora y Delia Ephron actualizan la popular serie de los años 60, ideada por Sol Saks.
Una cadena de televisión va a realizar una nueva versión de la serie, y contrata como cabeza de reparto a Jack, un célebre actor en horas bajas. Inseguro y vanidoso, presiona para que la protagonista sea una desconocida que no le haga sombra. Y así seleccionan a Isabel, una chica aparentemente ingenua, pero que en realidad es una bruja auténtica que intenta renunciar a la magia y rehacer su vida como una mujer normal.
El enfoque del guión resultaba sugerente y se contaba con un reparto de campanillas y una directora-guionista eficaz, responsable de notables comedias románticas, como «Algo para recordar» o «Tienes un e-mail». Sin embargo, el resultado es mediocre por culpa de un guión tosco, a veces zafio y con un desenlace chapucero. Estos defectos los agrava el cómico Will Ferrell, cuya histriónica interpretación debilita el excelente trabajo del resto del reparto, y sobre todo de Nicole Kidman, sensacional también como actriz de comedia.