Un veterano escritor, solitario y amargado, redacta su autobiografía con la ayuda de un joven periodista. Recuerda así su azarosa juventud en Argentina, y especialmente sus dramas familiares y sentimentales, siempre marcados por la poderosa presencia de su madre Roma.
Bien ambientado y con varias interpretaciones excelentes -como las de José Sacristán o Susú Pecoraro-, este culebrón autobiográfico del argentino Adolfo Aristarain («Un lugar en el mundo») rinde homenaje a las madres al paso que desarrolla una crónica áspera de la reciente historia de Argentina. Sin embargo, la película se alarga demasiado, la puesta en escena resulta académica y Juan Diego Botto está muy por debajo del resto del reparto. Además, resultan irritantes varias morbosas escenas sexuales y un par de manifestaciones agresivas de ateísmo anticatólico.