Director y guionista: Tim Blake Nelson. Intérpretes: David Arquette, Daniel Benzali, Steve Buscemi, David Chandler, Allan Corduner, Harvey Keitel. 108 min. Jóvenes-adultos.
A partir de su propia obra teatral, Tim Blake Nelson describe un hecho auténtico y poco conocido: el horror cotidiano de un grupo de prisioneros judíos, que logran diferir su muerte ayudando en los hornos crematorios de Auschwitz, donde son asesinados sus hermanos de raza.
Blake Nelson arriesga, pero no acierta, quizá porque el material que maneja es más apropiado para un documental o para un reportaje periodístico que para ser dramatizado. Sobre todo si se adopta un punto de vista poco esperanzador. La película muestra a unos hombres desquiciados, que apenas son hombres, pues han perdido su bien más preciado: la libertad de las conciencias. Pero tal decisión tiene un precio: los personajes resultan antipáticos, de modo que es difícil que el espectador se identifique con ellos. Surge una posibilidad de redención: salvar a una niña que ha sobrevivido milagrosamente tras ser gaseada. Pero incluso tal oportunidad destapa bajezas y más horror.
José María Aresté