Cuando se habla del problema de la inmigración en los países de la OCDE, parece que el objetivo es cómo ponerle freno. Pero a veces se olvida que estos países también compiten por atraerse a los inmigrantes más cualificados, que pueden aportar talento y dinero. Un estudio recién publicado (OCDE Indicators of Talent Attractiveness) valora la capacidad de los distintos países para atraer y retener a tres tipos de inmigrantes que son bienvenidos: trabajadores altamente cualificados, estudiantes de enseñanza superior y empresarios extranjeros.
La competencia por el talento ha llevado a bastantes países desarrollados a facilitar el proceso de admisión de los inmigrantes más cualificados, y a reconocerles más derechos laborales, educativos y sociales. Un ingeniero, un experto en tecnologías de la información, un médico o un matemático, generalmente no van a tener problemas para obtener un permiso de residencia. Como ocurre con la “blue card” en la Unión Europea, el candidato debe tener una oferta de trabajo, con un salario al menos 1,5 veces del salario medio del Estado miembro, y un diploma reconocido.
Factores que influyen
Aunque el hecho de competir por los mejores y más solicitados trabajadores lleva a una convergencia en las políticas de admisión, sigue habiendo diferencias significativas que hacen que unos países de destino sean más atractivos que otros. Esto es lo que ha intentado calibrar el estudio de la OCDE, que tiene en cuenta siete indicadores: calidad de oportunidades laborales; nivel de ingresos y fiscalidad; perspectivas futuras (como la adquisición de la nacionalidad o la residencia permanente); entorno familiar (posibilidad de traerse a la familia, escolarización de los hijos); ambiente propicio al desarrollo de las capacidades; inclusividad, por ejemplo, en las actitudes ante la inmigración; calidad de vida. Junto a estos indicadores se tiene también en cuenta la dificultad de obtener un visado o permiso de residencia.
Los países más atractivos para los trabajadores altamente cualificados son Australia, Suecia, Suiza, Nueva Zelanda y Canadá
Teniendo en cuenta estos factores, los países más atractivos para los trabajadores altamente cualificados son Australia, Suecia, Suiza, Nueva Zelanda y Canadá. Si no se tiene en cuenta la dificultad de obtener un visado, el país más atractivo sería Estados Unidos; pero su mayor índice de rechazo hace que pierda ese puesto en beneficio de Australia.
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Las posibilidades de acceso de los empresarios extranjeros son medidas por dos variables: el mínimo de capital que se exige invertir y el número de empleos que debe crear. Por ejemplo, en Estados Unidos, para obtener un visado por este concepto hay que comprometerse a invertir al menos un millón de dólares y a crear o preservar así un mínimo de 10 empleos. Según estos criterios, los países más atractivos para que emigren empresarios extranjeros son Canadá, Nueva Zelanda, Suiza, Suecia y Noruega.
La competencia por el talento ha llevado a facilitar el proceso de admisión de los inmigrantes más cualificados
La competencia por atraer a estudiantes extranjeros es cada vez mayor, ya que supone una inyección de dinero para las universidades y la posibilidad de captar talento que a veces se queda en el país y en otras contribuye a crear unos lazos para el futuro. En este aspecto de la política migratoria, los países más atractivos para los estudiantes son Suiza, Noruega, Alemania, Finlandia y Estados Unidos. La dificultad de obtener un visado para estudiantes perjudica a Estados Unidos, Canadá y Australia. En cambio, las relativamente bajas tasas académicas para estudiantes extranjeros mejoran el atractivo de países como Francia y Suiza.
¿Fuga de cerebros?
Una cuestión que siempre se plantea es si el atractivo que ejercen los países ricos sobre los inmigrantes más cualificados implica una pérdida de recursos humanos para los países de origen, lo que agravaría las diferencias entre ellos. Sin embargo, este informe advierte que una parte importante de los movimientos de los trabajadores más cualificados se da entre los propios países del G20.
Además, los estudiantes internacionales adquieren buena parte de su capacitación en los países de destino, formación que repercutirá en los países de origen a su vuelta.