Abandonar físicamente la oficina es cada vez menos sinónimo de haber terminado la jornada laboral. Muchas empresas requieren que sus empleados continúen “en contacto” para resolver posibles contingencias, o simplemente para terminar tareas pendientes. Aunque otros países han intentado legislar sobre el tema, Francia ha sido el primero en aprobar una ley específica sobre el “derecho a la desconexión”. Con todo, algunos expertos reclaman que estas protecciones respeten la flexibilidad de horarios demandada por muchos trabajadores.
La norma sobre la desconexión está incluida en la reforma laboral, tan contestada por los sindicatos, aprobada en julio sin votación parlamentaria, mediante la invocación de poderes extraordinarios por parte del gob…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.