Una mala noticia: América Latina sigue siendo (sin contar las naciones en guerra) “capital mundial” del homicidio. En una reciente reunión sobre seguridad regional, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) manejó datos tan estremecedores como el de las 135.000 víctimas mortales que dejó la violencia en 2015 en esa zona del globo, o el de la herida económica que se produce como resultado del delito, y que anualmente supone 120.000 millones de dólares. Es como si cada latinoamericano viera esfumarse 200 dólares de su bolsillo.
Lo paradójico, tras esta ráfaga de cifras, es que la región debería ser la más pacífica del mundo, a juzgar por lo que se gasta en seguridad. Si los números fatales son los que son, de poco parecen servir los 51.000…
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