“Hoy hemos culminado lo que comenzamos hace más de veinte años con la ordenación sacerdotal de mujeres”, dijo el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, después de que el Sínodo de la Iglesia de Inglaterra aprobara la admisión de mujeres al episcopado. ¿Y adónde les llevará ese camino?
(Actualizado el 17-07-2014)
La Iglesia episcopaliana (la anglicana de Estados Unidos) ya en 1989 dio el paso que acaba de decidir la de Inglaterra; doce años antes había ordenado las primeras sacerdotisas. En este tiempo, la Iglesia episcopaliana ha perdido cerca del 40% de sus fieles, mientras la católica de Estados Unidos ha sumado un 42% más (cfr. Aceprensa, 8-03-2013), pese a no tener mujeres entre el clero. La práctica dominical de los episcopalianos bajó un 23% en la pasada década (cfr. Aceprensa, 24-07-2012).
En la Iglesia de Inglaterra, hasta ahora la ordenación de mujeres no ha servido para atraer más fieles a las parroquias. La práctica religiosa es tan baja, que desde hace muchos años, los domingos hay más católicos que anglicanos en las respectivas iglesias (cfr. BBC News, 15-09-2010), aunque estos son en total casi seis veces más: unos 25 millones, frente a 4 millones.
También la Iglesia católica en Inglaterra experimenta un declive, pero no tan pronunciado. Por ejemplo, entre 1990 y 2010 los bautismos de niños pasaron del 10% al 9,5% de los nacidos, según datos del Catholic Directory of England and Wales. En el mismo periodo, en la Iglesia de Inglaterra bajaron del 27,5% al 13% (Church Statistics 2009/10). La pequeña diferencia entre las tasas de una y otra Iglesia no se corresponde con la diferencia de tamaño.
Como hubo de hacer cuando aprobó la ordenación sacerdotal de mujeres, el Sínodo permitirá que las parroquias disidentes no dependan de obispas y nombrará un ombudsman para resolver disputas. Las comunidades que no aceptan la validez de las ordenación de mujeres están al cuidado de obispos que tienen la misma convicción, en vez de depender del obispo diocesano. Esto es esencial para ellas, pues creen que los sacramentos administrados por una sacerdotisa son inválidos, y que si un obispo ordena mujeres, manifiesta tener una idea del sacerdocio que torna dudosa también sus ordenaciones de hombres.
Como afirman los anglocatólicos de Forward in Faith, quieren una atención pastoral y unos sacramentos en los que puedan confiar, lo que exige no perder la sucesión apostólica (la validez del episcopado depende de que haya sido transmitido de un obispo a otro, en una sucesión que se remonte a los apóstoles). Para garantizarla, en previsión de que el Sínodo aprobara la ordenación episcopal de mujeres, formaron The Society, con los obispos que les atienden.
La solución aplicada para los anglicanos que no admiten sacerdotisas se parece a una estructura jerárquica paralela, pero desde ahora tendrá que serlo. Asegurar la sucesión apostólica exige en la práctica un cuerpo episcopal propio, que se perpetúe con obispos que no ordenan mujeres y consagrados por otros que tampoco lo hacen. Con el tiempo, habrán de formar sus propios sacerdotes, de los que saldrán nuevos obispos. Así lo declara The Society, al subrayar que no es una asociación, sino que está destinada a ser “un organismo eclesial”.
El camino emprendido por la Iglesia de Inglaterra en 1992 le está dando buena imagen entre el público, que en su mayoría no va a las parroquias, pero ha creado una división que tiende a ahondarse. En Estados Unidos ya se separaron algunas comunidades episcopalianas, que crearon su propia Iglesia (cfr. Aceprensa, 3-12-2008). En Inglaterra tal vez no se llegue nunca a un cisma declarado; pero el precio será una identidad más difusa y una comunión más débil.
Otra opción abierta a los que rehúsan apartarse de la tradición común de Oriente y Occidente es unirse al ordinariato personal creado en 2009 para los anglicanos que desean estar en comunión plena con la Iglesia católica. El ordinario, Mons. Keith Newton, ha publicado una declaración en la que invita a los anglicanos a conocer el ordinariato. Las decisiones del Sínodo con respecto a la ordenación de mujeres, dice, “tornan más difícil la posición de quienes, dentro de la Iglesia de Inglaterra, siguen anhelando la unidad con las Iglesias católica y ortodoxa”. Los ordinariatos creados por Benedicto XVI, recuerda, “permiten a los exanglicanos entrar en comunión plena con la Iglesia católica, conservando en gran parte el patrimonio y la tradición anglicanos”. Para quienes se plantean su futuro o simplemente quieren ver qué es y qué hace el ordinariato, el próximo 6 de septiembre habrá actos públicos en distintas partes del país.