El biólogo francés Jacques Testart se hizo famoso en 1982, por ser quien hizo posible científicamente la concepción del primer “bebé-probeta” en Francia. A sus 75 años, ateo, más bien izquierdista, publica ahora un libro, Faire des enfants demain (“Hacer hijos mañana”, Ed. Le Seuil), que constituye una seria llamada de atención ante el uso de la fecundación artificial para resolver problemas no médicos o con fines eugenésicos.
En una larga entrevista que le hace Anne-Laure Barret en Le Journal du Dimanche, Testart muestra su inquietud por la “fabricación de niños”. Al comienzo de su ensayo cita unas palabras de Jean Rostand: “No adoptemos aire de semidioses, cuando solo hemos sido aprendices de brujo”. Teme que las peores pesadillas puedan …
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