El gobierno de François Hollande, obligado a una drástica disminución del gasto público, se está planteando cómo recortar las ayudas familiares, que hasta ahora se concedían por lo general en función del número de hijos, independientemente de los ingresos. Pero no será fácil llegar a acuerdos dentro del partido socialista, como tampoco con una oposición relativamente dividida. Desde luego, supondría una reforma radical, pues son muchos años ya, con gobiernos de distinto signo, en que la política familiar francesa ha sido de las más generosas de Europa. Era una de las razones de su alta tasa de natalidad.
Hasta ahora, buena parte de las prestaciones no tienen en cuenta la situación socioeconómica de las familias: cualquier hogar francés reci…
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