Estados Unidos, China y Rusia no reconocen al tribunal
En medio de conflictos violentos –Siria, Mali, Sudán, Congo– que la comunidad internacional no consigue detener, constituye un signo de esperanza la reciente sentencia de la Corte Penal Internacional (CPI) que ha condenado a 14 años de cárcel a Thomas Lubanga, señor de la guerra congoleño por utilizar niños soldados. Aparte del interés en sí de la sentencia, aporta un punto de apoyo importante para la erradicación de esa tragedia de nuestro tiempo: la militarización masiva de niños en países del Tercer Mundo.
Un planeta “en red” necesita con urgencia instituciones globales que aseguren la convivencia: los Estados deben ceder parte de su soberanía, no sólo en lo económico, como en la Un…
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