Colonia. Un anuncio gigante a dos páginas completas aparecía el domingo 30 de diciembre en la prensa alemana. Se ve un bebé en los brazos de su madre en bañador. El texto dice “Tú fuiste un accidente, un pequeño accidente, un percance. Realmente nos descuidamos por un momento. Pero todo ha salido bien, muy bien. ¡No podía haber ocurrido nada mejor! Se puede enterar todo el mundo: ¡Hurra, la culpa es nuestra!”
Este anuncio es uno de los doce que irán apareciendo hasta el mes de mayo en toda la prensa del país para fomentar un cambio de clima mental que logre una mayor aceptación de los niños en la sociedad alemana. Además de los anuncios impresos, todos los días a las 19.58 aparece un spot de dos minutos de duración en las televisiones más importantes del país.
Las bonitas imágenes del anuncio van acompañadas de la siguiente explícita y directa declaración: “Nos vuelves locos. Lloras toda la noche. Te orinas en la cama. Te salen los primeros dientes y luego tienes incluso el sarampión. Primero el parvulario, luego el colegio… Sí, tú nos haces locamente felices. Tu adquisición es gratuita. Luego se vuelve cara. Necesitas tiempo y espacio. Nos ‘cuestas’ los zapatos nuevos, la televisión grande y las vacaciones en la costa. Tú no eres un lujo, tú eres impagable. Hay muchos motivos para no tener hijos, y el mejor para tenerlo eres tú. No puedes hablar y nos explicas el mundo. No puedes correr y nos ayudas a dar un salto. Aprendes tanto cada día y nos enseñas mucho más. Nos muestras que nunca es mal momento sino realmente el mejor para recibirte. Tienes padre y madre y necesitas todo el país para crecer felizmente. No estás solo, sino que eres nuestra tarea más valiosa. Tú haces de dos personas una familia, de la vivienda más pequeña, un lugar de juego y de aventuras, y, de fideos y salsa de tomate, una comida de fiesta”.
Y el anuncio concluye con esta rotunda frase: “Necesitamos más como tú, porque sin ti el presente no es divertido y el futuro ya pasó. Tú eres Alemania [Du bist Deutschland]”.
Esta asombrosa campaña (www.du-bist-deutschland.de) está financiada por diversos medios de comunicación privados (ARD, ZDF, SAT1, RTL, Kabel eins, Vox, n-tv, N24, Premiere) que han formado una sociedad de responsabilidad limitada para asegurar que se cumpla el fin de la campaña. Participan personajes de la vida pública, presentadores de televisión y deportistas como Reinhold Beckmann, Johannes B. Kerner, Florian Langenscheidt, Peter Maffay, Henry Maske, Nina Ruge, Eva Padverg o Renate Schmidt, que no cobran por su participación. Empresas como Deutsche Post, E.ON, etc. aseguran la financiación del proyecto. Por otro lado, importantes grupos editoriales como Axel Springer o WAZ-Mediengruppe ofrecen espacios gratuitos para los anuncios. Y, por último, más de cien emisoras de radio, Google, una empresa de publicidad en vallas en las calles y una empresa de cine contribuyen a la difusión del mensaje.
Niños de toda Alemania han contribuido a expresar sus pensamientos sobre una Alemania con un presente y un futuro feliz, y los han plasmado en dibujos. Varias agencias de marketing y publicidad han puesto gratuitamente sus equipos a disposición de la campaña.
Es un giro copernicano. En 1971, la cabecilla del feminismo alemán, Alice Schwarzer, lanzó con ayuda de la revista Stern una campaña con la portada llena de mujeres famosas, que aparecían bajo el lema “Yo he abortado”. Más tarde algunas dijeron que en realidad no lo habían hecho, pero querían celebrar la posibilidad de poder hacerlo, tras la liberalización de la ley en Alemania. De hecho, el cálculo oficial es que, desde la liberalización, han tenido lugar 4 millones de abortos y no es aventurado suponer que la cifra real sea el doble.
Es también llamativo que este año la ministra federal de Familia, Ursula von der Leyen, cediera a la presión de muchos padres y diera orden de retirar el material de la Central federal para la información sanitaria, que ofrecía con todo detalle información sobre sexualidad y contracepción, sin ninguna atención a la educación afectiva, y que eran distribuido en los colegios, sin previo aviso a los padres.
El esfuerzo que se está haciendo en Alemania para cambiar la sensibilidad social sobre los hijos no procede del Estado y tampoco de la Iglesia, sino de la sociedad civil. Y curiosamente son los medios de comunicación (los mismos que a menudo difunden antimodelos familiares) los que con esta campaña están contribuyendo a un nuevo modo de ver la vida y su futuro.