Las mujeres que retrasan la maternidad hasta después de los 30 años tienen solo un 50% de posibilidades de llegar a ser madres, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Gran Bretaña. Pero no se trata de un problema del reloj biológico, sino que las dificultades para encontrar una pareja que quiera compartir el proyecto de iniciar una familia y la presión laboral provocan que muchas mujeres se conviertan en perpetuas «más adelante», dice la organización.
Ann Berrington, de la Universidad de Southampton, realizó un estudio con mujeres treintañeras sin hijos a comienzos de los noventa. Seis años después, menos de la mitad de las que dijeron entonces que querían tener al menos un hijo lo habían conseguido. Es más probable que constituyan una familia las que están entre el 25% con mayores ingresos. La proporción de mujeres de Inglaterra y Gales que alcanzan el final de su vida fértil sin haber tenido descendencia ha pasado de 1 de cada 10 mujeres nacidas en 1945 a 1 de cada 5 nacidas en 1960 («The Guardian», 1-10-2004).
La tendencia a retrasar la maternidad es más pronunciada entre las mujeres con niveles de enseñanza superiores. Según las encuestas de 2000 y 2001, el 28% de las mujeres de poco más de 40 años con título universitario no tenían hijos; en cambio solo el 20% de las mujeres con títulos intermedios y el 16% de las que no tenían estudios, no tenían descendencia. Además, el 50% de las universitarias solo tenían un hijo a esa edad. En cambio, el 20% de las mujeres sin estudios tenían 4 hijos o más.