Viena. La CSU (Unión Social-Cristiana) de Baviera, partido que gobierna en coalición con los democristianos y los liberales en Bonn, quiere completar la ley federal del aborto. La CSU se ha caracterizado siempre por propugnar una política mucho más restrictiva con respecto al aborto que sus compañeros de coalición. Ya en las largas discusiones sobre la nueva ley de aborto en Alemania después de la unificación, sus diputados fueron los que más claramente defendieron al no nacido.
La CSU, que gobierna con mayoría absoluta en el Parlamento de Múnich, va a aprobar una ley para Baviera que «completaría» la ley federal aprobada hace un año. Los bávaros piensan que la ley federal «no está redactada claramente» y, ante el silencio legislativo y esos defectos, se consideran responsables «de asegurar el cumplimiento exacto de la ley». La reforma no es revolucionaria. Lo único que pretende es que se cumplan algunas premisas lógicas, pero ha levantado mucha polémica incluso entre sus compañeros de coalición.
La ley federal exige que las mujeres que quieren abortar pasen antes por las denominadas «oficinas de asesoramiento», que deben expedir un certificado de que se ha mantenido la entrevista. Este requisito es indispensable para poder realizar legalmente el aborto. La ley bávara tan sólo pretende exigir que las mujeres den en esas oficinas «los motivos que les llevan a abortar». A su vez, pretende limitar los ingresos de los ginecólogos que realizan abortos.
Tanto los «Verdes» como los socialistas y los liberales han anunciado un recurso ante el Tribunal Constitucional.
José María López Barajas