El disco de vinilo perdió en tres años su mercado desde que Sony y Philips lanzaron el disco compacto (CD) audio en 1982. En quince años la tecnología de los CD se ha desarrollado hasta llegar a los DVD (Digital Video Disc; ver servicio 103/97); pero ninguno de estos manejables discos de 12 centímetros permitía grabar y borrar sobre ellos, sino que salían a la venta con contenidos pregrabados inmodificables. Esta barrera también acaba de quedar superada.
Toshiba ha anunciado que en las próximas semanas empezará a producir en serie y a comercializar los videodiscos digitales DVD-RAM (y el aparato que permite grabar en ellos). Para casetes y cintas de vídeo el futuro empieza a ser tan oscuro como el vinilo.
El DVD-RAM de Thosiba tiene una capacidad relativamente pequeña (2,6 gigabytes), aunque cuatro veces mayor que la de los primeros CD audios (650 megabytes), que almacenaban 74 minutos de música sin comprimir. Toshiba ha logrado adelantarse a Sony y a Philips, que anunciaron en septiembre pasado la próxima aparición de su modelo de DVD, que tendrá algo más de capacidad (3 gigabytes) y será incompatible con el formato de Toshiba.
Aunque la capacidad de un DVD-RAM cuadruplica la de un CD normal, es inferior a la de los DVD pregrabados que ahora están en venta (enciclopedias, libros, música, programas de entretenimiento, etc.), capaces de almacenar 4,7 gigabytes.
Los nuevos discos DVD-RAM se convierten en el instrumento ideal para grabar informaciones multimedia (imagen y sonido) con tecnología digital que podrá manejarse por el ordenador. Como complemento de la venta de sus DVD-RAM, Toshiba también quiere comercializar un aparato lector-grabador de DVD que vaya en conexión con la televisión y que a la larga sustituya a los magnetoscopios actuales de vídeo.
En agosto pasado, Toshiba, Matsushita e Hitachi empezaron a vender a los fabricantes de ordenadores las primeros grabadores de DVD al precio de 90.000 yenes (125.000 pesetas). Con la producción en serie se espera que baje el precio.