Tras muchos años de proceso, la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a catorce miembros de la Iglesia de la Cienciología, que habían sido acusados de asociación ilícita y de otros delitos. El ministerio fiscal solicitaba diversas penas para los imputados, así como la disolución de la Iglesia. El Tribunal considera que solo se ha demostrado que sus miembros pagaban por recibir cursillos para curarse de sus dolencias. Tampoco se han encontrado pruebas de irregularidades en los centros Narconón y Droganón -dependientes de la Cienciología-, donde se desintoxicaba a personas adictas a diferentes drogas.
La llamada Iglesia de la Cienciología fue fundada en 1954 en Estados Unidos por L. Ronald Hubbard y sigue teniendo su sede en Los Ángeles. En Norteamérica se la considera organización religiosa desde 1993. Pero, al extenderse por numerosos países, entre ellos, varios de la Unión Europea, ha tenido notorios problemas jurídicos.
La Cienciología se basa en el método terapéutico de la dianética: el hombre es espíritu, además de cuerpo y mente, y a través del poder del pensamiento se pueden curar todas las enfermedades, incluso las de origen biológico, como el cáncer o la ceguera. Se hizo muy famosa desde que diversas personalidades de Hollywood, como Tom Cruise, Nicole Kidman o John Travolta, declararon pertenecer a ella.
En España actúa desde 1975, registrada como Dianética Española, por haberse denegado su inscripción en el Registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia como Iglesia Universal de la Cienciología. Tampoco fue admitida en 1999 por la Charity Comission del Reino Unido. Ciertamente, el credo de esta secta, al prescindir de Dios y de la salvación, no implica verdaderos contenidos religiosos (cfr. servicio 28/97).
El portavoz de la Cienciología en Madrid se ha apresurado a presentar la sentencia como un triunfo del pluralismo y de la libertad religiosa, frente a la vieja España integrista e intolerante. Sin embargo, esta organización no ha dejado de tener serios problemas jurídicos en otros países democráticos, como Suiza, Gran Bretaña o Alemania (cfr. servicios 56/98 y 106/98). En Francia, a raíz del proceso de Lyon, Le Monde la presentaba como «una pseudo-religión convertida en multinacional sectaria» (11-IX-1999), y la Misión interministerial de lucha contra las sectas abogó en febrero de 2000 por su disolución.