El pasado 18 de abril la Cámara de Diputados de Argentina aprobó el proyecto de Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable, cuya principal innovación es la prescripción gratuita de anticonceptivos en los hospitales y centros de las obras sociales sindicales. El proyecto ha despertado mucha polémica en el país y ha generado fuertes discusiones en el seno del peronismo.
El proyecto se presenta como un medio de lograr ambiciosos objetivos, como disminuir la mortalidad materna, prevenir los embarazos no deseados, promover la salud sexual de los adolescentes y proporcionar a toda la población el conocimiento de los métodos anticonceptivos. En la práctica, sus innovaciones se centran en la fácil disposición de anticonceptivos a petición del usuario. El artículo 5 establece la distribución gratuita de anticonceptivos en hospitales públicos y obras asistenciales.
Las organizaciones pro vida y la Federación Familiar de las Américas están entre los grupos contrarios al proyecto, que también ha merecido las críticas de la Iglesia católica. Las críticas y las discusiones entre los grupos políticos llevaron a introducir diversas modificaciones en el texto original. Entre ellas, se ha reconocido el derecho de los médicos a la objeción de conciencia, de modo que pueden abstenerse de prescribir anticonceptivos que consideren moralmente inaceptables. Los métodos anticonceptivos que pueden ser recomendados por los médicos han de ser no abortivos, reversibles, transitorios y aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos. Dichos métodos serán financiados con partidas especiales por el Ministerio de Salud.
Será el paciente el que elegirá el método anticonceptivo, salvo contraindicación médica. Se han prohibido expresamente la ligadura de trompas, la esterilización y la denominada píldora del día siguiente. Nada se dice acerca del dispositivo intrauterino (DIU), por lo que es posible su utilización a pesar de que se discutió si es abortivo. El paciente ha de haber recibido información sobre las ventajas y desventajas de los métodos naturales o de los aprobados oficialmente.
Uno de los artículos más polémicos fue el que establece que los menores necesitan autorización de sus padres para pedir atención médica sobre salud sexual. En principio, no se contemplaba tal autorización, pero se incluyó durante el debate.
Ahora la ley pasa al Senado, que ya en 1995, ante otra versión del proyecto, optó por el silencio durante dos años, lo que supuso que caducara.
Argentina tiene una población de 37 millones de habitantes, con un crecimiento del 1,3% anual y una tasa de fecundidad de 2,6 hijos por mujer.