Farzand, un kurdo exiliado en París, al cabo de veinticinco años decide regresar a su aldea natal. El viaje despierta en él la nostalgia, que le lleva a desgranar recuerdos de su vida, interrumpidos por incursiones en lo fantástico, plenamente integrado en el desarrollo de la trama. El resultado es un original libro memorialístico que traslada a los lectores al exotismo de los países orientales y, a la vez, una radiografía de la crítica situación que se vive en el Kurdistán sirio a causa de la guerra, con un ingrediente de denuncia. El autor, en nota inicial, aclara que no “es una autobiografía, aunque parezca justo lo contrario”.
Farzand revive su infancia en la ficticia aldea de Amoudé; una infancia muy corta, pues pronto tiene que asumir…
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