La literatura inglesa del siglo XX no sólo ha producido excelentes autores de novelas policiacas –Chesterton y Dorothy Sayers, por ejemplo– sino también las mejores parodias del género. La juguetería errante, de Edmund Crispin, es una de ellas, muy original, entretenida y de excelente calidad literaria.
Edmund Crispin es el pseudónimo de Bruce Montgomery (1921-1978), licenciado en Lenguas Modernas en Oxford. Escribió nueve novelas y dos colecciones de relatos en la década de los cuarenta, todas protagonizadas por Gervasio Fen, profesor de literatura inglesa en el ficticio St. Christopher’s College de Oxford, detective aficionado y excéntrico personaje.
Las contundentes y divertidas opiniones literarias que va desparramando Gervasio Fen a lo largo de las tramas en las que se ve envuelto, la fama que tiene en Oxford de profesor especial, sus alocadas ocurrencias y divagaciones policiacas, y la capacidad que tiene de embaucar a un buen número de personajes para que le echen una mano en la resolución del caso son lo mejor de unas novelas disparatadas que contienen, además, con brillantes diálogos, una inteligente parodia de las novelas policiacas.
También sobresale el tono libresco que Crispin añade a la narración con continuas referencias, citas, personajes literarios que demuestran la abrumadora cultura y memoria de Gervasio Fen, aunque muchas veces las citas las recuerde de manera equivocada, o las meta con calzador en la situación que está viviendo. Este mundo libresco añade a sus novelas un tono irónico y erudito que se acaba convirtiendo en una de las principales notas distintivas de este extravagante profesor.
La juguetería errante (1946) es la primera novela que Impedimenta publica de esta saga, de la que ya se anuncia que tendrá continuación. En este caso, la acción transcurre en Oxford, adonde se traslada el poeta Richard Cadogan para descansar de la vida sedentaria que lleva en Londres y ávido de nuevas aventuras. La misma noche que llega a Oxford, se encuentra en una zona apartada con una sospechosa tienda de juguetes. Sin saber por qué, Cadogan entra en la tienda, que estaba abierta, y en una de las habitaciones encuentra una mujer muerta. Acude a la policía, pero cuando llega al lugar con los agentes resulta que juguetería y el cadáver han desaparecido.
Cadogan recurre a su amigo Gervasio Fen, y ambos inician una investigación que pronto les conduce a un misterioso caso que tiene que ver con un esperpéntico testamento y una difunta anciana millonaria. En juego están miles de libras que alimentan los peores instintos de unos aparentemente tranquilos personajes. Fen, Cadogan y un estrafalario grupo de secundarios se ven envueltos en una peligrosa, alocada y entretenida persecución por Oxford para dar con el asesino.