Esta es una historia de actualidad incandescente escrita por John Le Carré (1931), todo un experto en narrar situaciones de gran repercusión social. Los múltiples escenarios que aparecen y se mezclan en sus novelas no sirven sólo para mantener una intriga sino para que entendamos, como sucede en este caso, una tremenda paradoja: la fría ley existe, pero no convence; y se impone muchas veces, aunque sea injustamente.
Estamos en la actual Alemania. El hombre más buscado al que se refiere el título de esta nueva novela del autor de El jardinero fiel y La canción de los misioneros es “Isa”, un joven checheno y musulmán devoto con una historia personal realmente impactante. En “Isa” se concentran las actuaciones de un grupo de personajes que pertenecen -uno por uno, una por una- a distintos sectores profesionales, desde inmigrantes de tipo popular, hasta banqueros y sus equipos, pasando por abogados, policías, expertos en terrorismo, agencias benéficas, equipos de seguridad nacional y hasta espías de tres países.
Primero se narra el encuentro con una familia turca, que todavía no tiene los papeles de residencia. Sus tres miembros se presentan y actúan de forma magnífica, tanto que creemos que la novela se centrará en ellos, pero no es así. Luego la acción continúa, dando quiebros sorprendentes; y cada nuevo personaje parece que será el último, pero irrumpe otro con igual fuerza. La acción permite conocer cómo es, en la vida real, la mentalidad y los sistemas de cada sector profesional. El trío esencial lo forman el banquero Tommy Brue, la abogada Annabel Richter y, por último, “Isa” Karpov, perseguido en cinco países.
Aunque Frau Richter ha de ceder ante la dureza y la pericia de los perseguidores, con su personalidad propia transmite el mensaje del autor: aprender a separar las acciones buenas de las malas, modificar los planteamientos vitales, ser capaces de compasión, intentar cambiar un mundo que está derivando continuamente hacia actitudes y acciones egoístas o, peor, inhumanas. En medio de todos, en su duda personal pero implacable, está Günther Bachmann, de la Unidad de Adquisiciones Extranjeras, una sección del pomposamente llamado Departamento para la Protección de la Constitución. Su vocación es el espionaje. Esto explica que él, con otras personas de su equipo, quiere conseguir aclarar el caso de “Isa” -Félix en nombre clave-. Pero se va encontrando siempre dificultades puestas en su camino por otros miembros del recién constituido Comité Directivo Conjunto de Berlín, que se arroga la misión de remodelar la fragmentaria y sabidamente inepta comunidad de inteligencia alemana.