Minotauro. Barcelona (2003). 367 págs. 20 €.
Con esta antología, Minotauro abre la puerta a la ciencia ficción española, y lo hace dignamente. El lector no especialista queda sorprendido por la calidad del material escogido: relatos en los que brilla el ingenio, la sencillez, una correcta literatura y la apertura de campos nuevos: verdaderamente falta mucho para agotar el género, y los doce autores seleccionados (ninguno mayor de 50 años) soportan bastante bien la comparación con plumas de la ciencia ficción escrita en otros países. El recopilador y periodista Julián Díez (1968) escribe un prólogo bastante orientador. Cada relato viene precedido de un breve apunte biográfico del autor. Al final, se ofrece una amplia lista de recomendaciones y bibliografía sobre estudios sobre la literatura de ciencia-ficción en España.
Las novelas cortas más destacadas están firmadas por Rafael Marín, un docente gaditano de 44 años (Mein Führer juega hábilmente con las diversas ópticas posibles de un relato histórico); por César Mallorquí (El rebaño, de intensidad dramática creciente); por el informático asturiano de 38 años Rodolfo Martínez (Un jinete solitario, homenaje patente al mejor género de espionaje); por Ramón Muñoz, ingeniero de 32 años (Días de tormenta, aguda crítica al mercantilismo bioético), y por el vitoriano de 31 años José Antonio Cotrina (Entre líneas, que extrae con brillantez las posibilidades literarias de una semiología desquiciada).
Fernando Cortés