La aventura del español en América

Humberto López Morales

GÉNERO

Espasa. Madrid (1998). 242 págs. 2.950 ptas.

Humberto López Morales es catedrático en la Universidad de Puerto Rico y secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua en Hispanoamérica. Además, es autor de importantes estudios sobre sociolingüística y lengua y literatura hispanoamericanas. Este nuevo libro es una excelente muestra de su trabajo como investigador y divulgador.

Comienza el autor por describir los primeros pasos del español americano. Ya Colón en sus diarios anota algunos vocablos que no tienen paralelismo en la lengua española y que son adoptados de las lenguas indígenas que se hablaban en las Antillas, de las que se analiza su limitada influencia y también su irreversible proceso de desaparición. López Morales lo explica con argumentos históricos y lingüísticos, guiado por el afán de objetividad.

Especialmente interesantes son sus reflexiones sobre la extensión del mestizaje, fundamental para el desarrollo del idioma y aspecto que contrasta «violentamente con la de otras zonas americanas cuya colonización fue realizada por otros pueblos». Hay que destacar también la sensibilidad del autor para acercarse a algunos asuntos sobre los que todavía hay mucha leyenda negra. En primer lugar, el análisis que hace de los colonizadores muestra un grupo humano en el que el afán de enriquecimiento era compatible con su sensibilidad ante los hechos que estaban viviendo, que se manifestó en una humanidad con los indígenas que no tiene paralelismo, aun con sus errores, con otros procesos colonizadores.

Otro interesante asunto está relacionado con la actuación de las órdenes religiosas. Para la castellanización de los indios la Corona se apoyó en estas órdenes. Sin embargo, el interés supuestamente político de esta medida tuvo que plegarse al prioritario objetivo religioso: la mejor manera de propagar la fe católica era en el idioma de los propios indígenas, como se llegó incluso a afirmar en el Tercer Concilio Provincial Mexicano celebrado en 1585. A pesar de todo, la opinión más extendida es que en su afán de propagar la fe católica, las órdenes religiosas contribuyeron a la desaparición de las lenguas indígenas. Con rotundidad, Humberto López Morales demuestra la falsedad de este argumento: «Los dominios españoles en América constituyen el único ejemplo que se conoce en el que las lenguas dominadas, el nahua y sobre todo el quechua, salgan fortalecidas en su extensión geográfica al finalizar el periodo de dominación».

Además de estudiar la implantación y desarrollo del español en América, el tema más importante de este libro, también se abordan otras cuestiones como la presencia de esclavos africanos, las zonas dialectales de América, una interesante aproximación a la situación lingüística y política que se vive en Puerto Rico y un estudio sobre el nacimiento de las Academias americanas, que tanta importancia tienen en la unidad y consolidación del español de Hispanoamérica.

Adolfo Torrecilla

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