Ediciones Internacionales Universitarias. Barcelona (1996). 120 págs. 1.000 ptas.
Para reconocer si un régimen político es democrático hay que mirarlo a través de una falsilla que contenga todos los elementos esenciales del «gobierno del pueblo por y para el pueblo». En esa falsilla han de estar presentes las instituciones que aseguran la independencia y soberanía del Estado en su territorio, la elección de los gobernantes, su actuación para el bien de la sociedad y la existencia del control jerárquico, judicial, social y parlamentario. Francisco Gómez Antón, profesor de Instituciones Jurídico-Políticas en la Universidad de Navarra, divide el libro en estos cuatro grandes capítulos y compara las distintas modalidades que se dan en las democracias más representativas del mundo. Destaca el capítulo ¿Gobierno «para el pueblo»? como meta de la democracia para la consecución del bien común y la justicia. Este fin está presente a lo largo del análisis de la democracia que hace el autor, dentro del marco de acertadas visiones de la dignidad del hombre, la libertad, el pluralismo, etc. Es ahí donde la democracia adquiere sentido, se eleva y se convierte en algo al servicio del bien del hombre.
Ignacio F. Zabala