Llega a nuestras pantallas una película inspirada en la novela A Nefarious Plot, de Steve Deace. El argumento se desarrolla en una cárcel, en la que el Dr. Martin (Jordan Belfi), un psiquiatra, debe hacer un informe pericial sobre el preso Edward Wayne (Sean Patrick Flanery), sentenciado a la pena capital. Si en el informe el Dr. Martin concluye que el reo padece un trastorno mental, por ley no podrá ser ejecutado. Pero sí, por el contrario, afirma que está cuerdo y que finge su locura, será electrocutado al cabo de unas horas. Wayne afirma que en realidad él es un demonio, Nefarious, que ha poseído el cuerpo del recluso.
El nudo dramático gira en torno al diálogo entre el preso y el médico, un hombre de mentalidad ilustrada, atea y positivista. Sin duda, la confrontación es interesante, pero muy paradójica, ya que es el demonio el que dice las verdades, y el psiquiatra el que vive en la mentira, lo cual es una premisa difícilmente asumible. Por otra parte, se echa de menos algún personaje que represente un punto de fuga, que haga de contrapeso al reo y al doctor. Una película interesante, pero que hace agua en su armazón dramático.
Un comentario
Muy interesante nada creíble