Un año antes de recibir el premio Nobel por su trayectoria literaria, Ernest Hemingway (1899-1961) publica su genial reflexión sobre el fracaso, la inocencia y la soledad en un relato breve que Vargas Llosa considera como la obra más lograda del escritor norteamericano: El viejo y el mar. Y, aunque con matices, es fiel reflejo de su propia experiencia existencial, marcada por los grandes hitos de la historia de la primera mitad del siglo XX.
En su juventud, algunos hechos dejan una huella imborrable en su espíritu: participó en la Primera Guerra Mundial, donde fue herido de gravedad y sufrió su primer desengaño amoroso. Tras el suicidio de su padre, acudió a la Guerra Civil española, que sin duda acrecentó su amor por España y su cultura. Por último, tomó parte en el desembarco de Normandía como corresponsal de guerra.
Con esta apasionante biografía, Ken Burns elabora una serie muy bien documentada a través de vídeos de época, testimonios y cartas, que está a la altura de la intrépida vida de Hemingway. Burns vuelve a demostrar su valía como autor de documentales, como ya mostró con The War, Frank Lloyd Wright o La Guerra de Vietnam. A pesar de su larga duración, no es exclusivo para expertos, sino que resulta interesante para cualquiera que quiera conocer en profundidad la vida y obra de uno de los grandes maestros de la literatura contemporánea.
Conviene advertir que no es un documental hagiográfico. Ese es el gran logro de la serie. Muestra las dos vertientes del genio: por un lado, su incuestionable don para escribir, unido a su gran capacidad de trabajo. Por otro lado, señala a un hombre lastrado por sus desatadas pasiones: violencia, sexo, ambición… Al final se consigue un retrato auténtico del personaje, que no deja indiferente.