Entre los más de 200 pasajeros de un avión que vuela desde Dubái a Londres se encuentra Sam Nelson, especialista en “intervenciones” en y entre empresas. Su capacidad negociadora será de suma importancia cuando el avión sea secuestrado.
El subgénero de secuestros de aviones no es precisamente novedoso –entre las películas más conocidas pueden mencionarse Air Force One (El avión del presidente) (1997) y United 93 (2006)–. Sin embargo, los creadores de la serie, Jim Field Smith y George Kay, conocidos principalmente por la exitosa Lupin y por su innovador formato en la serie Criminal, no siguen los habituales moldes del género.
Una primera decisión, si bien no tan novedosa, pues se emplea también en la mencionada United 93, es el uso del tiempo real. El vuelo tiene una duración prevista de siete horas (6 horas, 54 minutos) y la acción se desarrolla en siete capítulos. El principal factor para crear suspense es mantener durante gran parte de la serie la incógnita sobre los motivos de los secuestradores; a ello contribuye también la sensación claustrofóbica que, con el rodaje cámara en mano, logra transmitir la serie.
Por otro lado, la trama no se centra tanto en la acción como en la capacidad negociadora de Sam Nelson. El papel negociador le viene a Idris Elba (Luther) como anillo al dedo: un “hombre tranquilo”, pero también decidido y con la intuición adecuada para enfrentarse al jefe de los secuestradores, que Neil Maskell interpreta como hombre duro y sin escrúpulos.
Los creadores y realizadores consiguen entrelazar las tramas secundarias con una numerosa galería de personajes que despiertan la atención del espectador, entre los que destacan la especialista antiterrorista Zarah Gahfoor (Archie Panjabi) y la controladora aérea Alice Sinclair (Eve Myles).