La Federación Ibérica de Telespectadores y Radioyentes (FIATYR) denunció la primera semana de mayo el exceso de publicidad, a menudo contra la ley, en las televisiones españolas. Como protesta planteó a los telespectadores que el día 10 no conectaran el televisor.
En 1998 la ocupación publicitaria en televisión subió un 10% con respecto al año anterior y un 30% respecto a 1996. FIATYR señala que las cadenas incumplen reiteradamente lo que dice la Directiva 97/36 de la UE acerca de la publicidad en televisión. Según esta Directiva, la publicidad no puede ocupar más del 15% del tiempo de transmisión diario ni más de un 20% por cada hora de emisión.
También es frecuente que no se respete la secuencia de anuncios que pueden emitirse durante una película (uno cada 45 minutos), así como sobrepasar el número máximo de cortes permitidos en un largometraje (uno o dos), según lo que dure la película. Las cadenas privadas emiten una media de 30 minutos de anuncios por película. La que se lleva la palma en cortes publicitarios es Tele 5, seguida de cerca por Antena 3.
Este caso omiso a la ley resulta rentable para las televisiones. Las multas que les imponen, de 5 millones de pesetas anuales, son irrisorias en comparación con los miles de millones que se embolsan. La publicidad encubierta, que muestra los objetos de una marca concreta en el desarrollo de un programa, es otra fuente de ingresos. Por ejemplo, según datos facilitados por la FIATYR, el precio por «colocación» de marca en una teleserie oscila entre 200.000 pesetas y 4 millones, y el año pasado se registraron más de 300 casos de publicidad encubierta en las series españolas de producción propia. Un informe de la Universidad de Málaga destaca que la media de productos por serie ha subido de 15 en 1996 a 20 en 1998.
Otra iniciativa sobre la televisión ha sido la «Semana en pro de la comunicación y de la creatividad familiar», desarrollada por la ONG Acción Familiar de Baleares, del 3 al 9 de mayo. En este caso, se trata de controlar el consumo de televisión para que no impida el diálogo familiar.
Para ello, Acción Familiar propone varias medidas: pactar con los niños el tiempo que pueden ver televisión; no comer con el televisor encendido; fomentar la comunicación con los hijos; debatir en familia los programas… Y sugiere una serie de actividades alternativas a la televisión. Se han repartido 30.000 folletos en todos los colegios de Baleares para que los alumnos puedan adherirse a esta campaña. La iniciativa ha tenido amplio eco en los medios de comunicación y Acción Familiar ha recibido numerosas llamadas de padres y colegios.