Los mercados tradicionales de “vientres de alquiler” (India, Tailandia, Camboya) tratan de establecer límites legales a esta práctica para que no se convierta en un mecanismo de explotación de mujeres pobres. Mientras, las candidatas, mayormente atraídas por el beneficio económico, se quejan de la falta de humanidad en el proceso, aunque en general tampoco se sienten oprimidas.
A finales de septiembre, el gobierno indio declaró que revisaría la legislación sobre nacimientos subrogados. En un primer momento se aludió a la posibilidad de prohibir esta práctica a clientes extranjeros, aunque también se ha hablado de ilegalizarla cuando constituya una actividad comercial (es decir, cuando la “madre de alquiler” reciba una compensación económica…
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