Breves notas sobre algunas películas que se estrenan el 9, el 15 y el 16 de mayo.
Godzilla (3D)
Director: Gareth Edwards. Intérpretes: Aaron Johnson, Elizabeth Olsen, Bryan Cranston, Juliette Binoche, David Strathairn, Ken Watanabe, Sally Hawkins. 123 min. Jóvenes.
Godzilla, el monstruo más popular del cine, cumple 60 años, y con esta ocasión se le ha aplicado una puesta al día impecable desde el punto de vista visual y técnico: nueva generación de efectos especiales, imágenes espectaculares realzadas con 3D (aunque no le hace ninguna falta). Pero peca de simplismo: por una parte, la amenaza nuclear se sustituye por un ecologismo barato y el cambio climático; y los personajes, los humanos, son planos y de poco interés. El resultado es un simpático entretenimiento, sin duda superior a la versión de Roland Emmerich, pero que a los adultos les acaba resultando demasiado largo. Fernando Gil-Delgado.
Por un puñado de besos
Director: David Menkes. Intérpretes: Ana de Armas, Martiño Rivas, Marina Salas, Megan Montaner, Andrea Duro, Jan Cornet, Joel Bosqued. 98 min. Jóvenes-adultos. (SD)
Sol y Dani tienen una cita a ciegas. Se gustan, y ella se muestra ilusionada, pero él se muestra mucho más reacio y parece esconder un secreto. David Menkes, el director de Mentiras y gorda, es el responsable de este supuesto drama romántico, una de las películas más ridículas que he visto en muchos meses. Lo mejor que le puede pasar a la película es precisamente resultar ridícula y que la gente se la tome a broma. Tomada en serio, es, además de mala, ofensiva. Indignaría por la frivolidad con que trata aspectos muy duros y complejos. Ana Sánchez de la Nieta.
Una noche en el viejo México
A Night in Old Mexico
Director: Emilio Aragón. Guion: Bill Wittliff. Intérpretes: Robert Duvall, Jeremy Irvine, Angie Cepeda, Luis Tosar, Joaquín Cosio. 103 min. Jóvenes-adultos. (VS)
Un vaquero anciano expulsado de su casa emprende un viaje-huida a México con un nieto veinteañero al que acaba de conocer y una stripper que sueña con cambiar de vida. Estamos ante una producción cuidada, buena fotografía, puesta en escena, buena banda sonora pero la historia es muy trillada: los personajes, los conflictos y hasta los escenarios –la frontera, la cantina y el burdel– son previsibles. Solo la interpretación de Robert Duvall nos hace olvidar que la historia, los escenarios y los tiroteos ya los habíamos visto antes. Ana Sánchez de la Nieta.