La revista Science ha dejado en evidencia a un centenar y medio de competidoras digitales de libre acceso al fabricar un artículo falso, lleno de errores, y conseguir que lo aceptaran para publicarlo. También hubo otras que no picaron. El autor del engaño es John Bohannon, redactor de Science, que lo revela en el último número.
Science pretendía comprobar la sospecha de que muchas revistas científicas gratuitas no son serias y se aprovechan de los investigadores necesitados de publicar. Pues como no cobran a los lectores, suelen pedir a los autores o a los institutos donde ellos trabajan que corran con los gastos. Todas, por lo demás, declaran aplicar un filtro riguroso, basado –como las de pago– en la revisión por especialistas en los camp…
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