El Senado italiano acaba de declarar ilegal que una mujer pueda firmar un contrato en el que se compromete a gestar un hijo para otra u otras personas, aunque el proceso se realice fuera de Italia. De esta manera, se acaba con un fraude de ley: hasta ahora, una pareja podía acudir a una mujer en el extranjero y después inscribir al nacido como si fuera hijo de la madre comitante (la que no gesta), sorteando así la prohibición nacional de los vientres de alquiler, vigente desde 2004.
Ahora, esa gestión para otro (GPA) se convierte en un “delito universal”, en uno de esos “raros crímenes que trascienden las fronteras, como el terrorismo o el genocidio”, analiza en tono crítico The Washington Post. Eso es precisamente lo que pretenden desde ha…
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