La transición energética hacia una economía de bajas emisiones de carbono exige un replanteamiento de la economía y del consumo. Para que los ciudadanos lo acepten, hace falta que estén bien informados sobre el cambio climático y sus consecuencias, de modo que sepan distinguir entre las certezas científicas, las hipótesis y las teorías infundadas que circulan.
Inicia estos días el Congreso español la tramitación de la ley de Transición Ecológica y Cambio Climático. No se trata de un texto irrelevante, sino más bien una legislación que afecta al núcleo de nuestro modelo productivo. Se trata también de una de las promesas electorales menos atendidas del actual gobierno, que ha priorizado otros asuntos de mucha menor urgencia social (educación…
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