Un mar de desperdicios. O una tierra. Un planeta a tope de basura, y de la más variada: plásticos, chatarra, papel, neumáticos… Es, para muchos, la imagen de un futuro caótico. Pero es también el presente.
Un reciente informe del Banco Mundial, “Basura: Una instantánea global de la gestión de residuos sólidos hasta 2050”, pone números al problema: en 2016 se produjeron 2.000 millones de toneladas de desperdicios sólidos, unos 200 millones más que en 2013. Ya era un problema grave, pero en 30 años puede serlo aun más: según el estudio, los desechos alcanzarán entonces los 3.400 millones de toneladas.
En México, la red de bancos de alimentos evita cada año que 120.000 toneladas vayan a parar al vertedero
Lo peculiar es que el mayor incremen…
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