Si hay un pensador que ha destacado en las últimas décadas es Slavoj Žižek. Este esloveno mezcla ortodoxia marxista, psicoanálisis lacaniano y enormes dosis de hegelianismo. No hay debate en el que no haya participado, ofreciendo siempre un punto de vista original y polémico, sin renunciar a su compromiso con la lucha de clases.
Hay, según Slavoj Žižek (Liubliana, 1949), dos clases de filósofos: los normalizadores y los rebeldes que incitan a pensar. Él, evidentemente, se enorgullece de pertenecer a la estirpe de estos últimos, como Sócrates, y también, del mismo modo que el maestro de Platón, se propone evitar que la educación degenere en ideología. De hecho, es posible que su tendencia de ir sistemáticamente a la contra, algo que el pensa…
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