El español es la cuarta lengua más hablada en el mundo después del inglés, el chino y el indio. Para unos 350 millones de personas es el idioma oficial. Además, ni el número de hablantes, ni el de quienes lo estudian como lengua extranjera ha tocado techo. El español está en alza. Pero su futuro depende de factores como las tendencias demográficas, la economía y las nuevas tecnologías, que dibujan un panorama de luces y sombras.
El Círculo de Lectores y Plaza y Janés han coeditado El español en el mundo (1), última edición del anuario del Instituto Cervantes. Este informe se ha convertido en una publicación de referencia para profesionales o cualquier interesado en conocer el momento que atraviesa el castellano. La presencia del español en la prensa escrita y en Internet, y su situación en Estados Unidos son las principales novedades que presenta la nueva edición.
Demografía del español
En el primer capítulo del informe aparecen actualizados los datos de demografía lingüística. El autor de esta investigación, Jaime Otero, director del Instituto Cervantes de Utrecht, avisa al lector que ofrece solo las cifras más aproximadas posibles sobre un tema difícil de medir con exactitud. Eso se debe a la imprecisión de las fuentes en materia de hablantes y a la diversidad de interpretaciones a que se presta el término «hablante» de una lengua.
En cambio, en Internet, el español es muy minoritario. Se calcula que, por cada 100 documentos en inglés -la lengua dominante en la red-, hay solo 2,46 en castellano. Algunos informes destacan el fuerte crecimiento de Internet en América Latina; pero esos datos resultan engañosos si no se menciona también la débil penetración de la red en la población.
La gran desventaja del español con respecto al inglés, en este aspecto, se explica en primer lugar por razones económicas, entre ellas de infraestructuras. Mientras que en Estados Unidos hay 64,26 líneas telefónicas por 100 habitantes, en España hay 40,32 y en Latinoamérica, 11,42. De hecho, en el ámbito de lengua española, el mayor número de usuarios de Internet se encuentra entre los hispanos de Estados Unidos: 4,4 millones. Por contraste, en España hay a lo sumo 2,2 millones, y se cree que en todos los países latinoamericanos de lengua española los internautas no pasan de 1,5 millones, aunque se han difundido cálculos mucho más optimistas.
Además, aunque la posición de España en la red destaca respecto a las naciones latinoamericanas, está lejos de sobresalir en Europa. El porcentaje de usuarios españoles con respecto a la población (5,7%) es el más alto entre los países mediterráneos, pero sensiblemente inferior a la media de la Unión Europea (9,1%). En fin, la presencia de un idioma en la red depende de la potencia económica de sus hablantes. El español es la cuarta lengua de los usuarios de Internet, por detrás no solo del inglés, sino también de otras dos mucho menos habladas en el mundo: el alemán y el japonés.
La prensa digital y de papel
Eso no obsta para que haya un notable crecimiento de la prensa digital en español. En 1998 existían más de 330 ediciones digitales de diarios escritos en español, además de unas 400 publicaciones no diarias. En este aspecto, el castellano ocupa una posición más destacada: es, después del inglés, el idioma con mayor número de periódicos en la red.
En conjunto, dice el informe, los diarios digitales en español presentan rasgos de mediocridad y pobreza en el uso del soporte que los sitúan lejos de los europeos o los norteamericanos. Del total de 47 diarios españoles presentes en la red, 19 simplemente vuelcan en la red los contenidos de sus ediciones impresas.
Sobre la audiencia de los diarios digitales en español, solo hay datos verificables de los de España (si bien, no todos). Con ellos, se puede suponer que los periódicos españoles en Internet tienen, entre todos, no más de 100.000 lectores diarios. De todas formas, el informe advierte que los contadores de visitas no ofrecen todavía garantías suficientes para servir de fuente estadística.
Más seguras son las cifras de difusión de periódicos impresos en lengua española, a las que el anuario dedica otro apartado. Se confirma el dato, ya conocido, de que el índice de lectura sigue siendo bajo. El total de títulos es de 960, con una difusión de 16 millones de ejemplares diarios. Latinoamérica está por debajo de los 100 ejemplares por mil habitantes, y España, desde hace pocos años, justo por encima. Son tasas notablemente inferiores a las registradas en los otros países de Europa occidental y Norteamérica.
Carmen Montón
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(1) Instituto Cervantes. El español en el mundo. Círculo de Lectores / Plaza & Janés. Barcelona (1999). 297 págs.
Una plataforma para el español
El Instituto Cervantes fue creado en 1991 para la difusión de la lengua española y la cultura hispánica en el mundo. En la actualidad cuenta con una plantilla de 900 personas, que trabajan en 34 sedes repartidas por 20 países de cuatro continentes. Además de enseñar español o formar profesores, el Instituto Cervantes emplea dos herramientas clave: el Centro Virtual Cervantes y los programas de actividades culturales.
El curso pasado se reunió el patronato del Instituto Cervantes para marcar prioridades y emprender una nueva fase, que aspira a que se caracterice por unos métodos mejor concebidos y más consistentes. Fernando Rodríguez Lafuente, director, reformuló los cuatro objetivos prioritarios: promover el idioma español, servir de plataforma de las industrias culturales, ser referente mundial para la formación de profesores de español y utilizar Internet para ampliar la difusión de la lengua. Además, la dotación presupuestaria para este año (6.900 millones de pesetas) aumentó en un 18% con respecto al anterior.
El Centro Virtual Cervantes (CVC: http://cvc.cervantes.es) está en funcionamiento desde 1997. Cuenta en la actualidad con siete mil páginas de información cultural, foros de debate, acceso a bases de datos, un buscador específico y material didáctico. En breve se incorporará otro servicio: un curso de español por ordenador con ayuda de tutores. El CVC recibe unas 9.000 consultas por semana; la quinta parte procede de Estados Unidos.
El Instituto Cervantes inició el año con una ofensiva cultural en Estados Unidos, cuarto país del mundo en número de hispanohablantes. La expansión en esa nación se concretará en la apertura de una nueva sede en Manhattan, y el aterrizaje en Washington, San Francisco y Albuquerque. Mención especial merece la estrategia de conjunto realizada con la Federación de Gremios de Editores, la Sociedad General de Autores y las Asociaciones de Productores de Audiovisuales para poner en marcha un escaparate cultural en aquel continente. Existen otros acuerdos de cooperación firmados con la Real Academia Española, así como con las de México, Argentina y Colombia.
Por otro lado, el Instituto Cervantes tiene proyectados nuevos centros en Estambul, Berlín, Tokio y, a medio plazo, en Moscú y Pekín. Aunque el Cervantes todavía no tiene la envergadura de organismos equivalentes de otras culturas -Maison Descartes o Göthe Institut, por ejemplo-, se va acercando a su altura. En los últimos cuatro años, las matrículas en el conjunto de las sedes del Cervantes en todo el mundo han pasado de 19.000 a 40.000. Los centros que mayor afluencia de alumnos han registrado son los de Bremen, Múnich, Nueva York, Utrecht y Beirut. C.M.