Montevideo. Uruguay ha sido reconocido en el pasado como uno de los países más letrados de América Latina gracias a una sólida educación pública –gratuita y obligatoria– que alcanzaba a toda la población, acortaba brechas sociales y servía para avanzar en esa escala, en una sociedad de vínculos horizontales. Sin embargo, en el transcurso de las últimas décadas esa realidad ha cambiado. La enseñanza uruguaya ha caído en un declive pronunciado, bajo efecto de pujas sindicales y de políticas obsoletas.
Los dos últimos llamados de atención a la calidad de la educación uruguaya arribaron a fines de 2016, ambas de la mano de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El informe “Revisión de recursos educativos” expuso …
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