España, a un paso de aprobar el matrimonio homosexual

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El Congreso español acaba de aprobar el proyecto de ley por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (183 votos a favor, 136 en contra y 6 abstenciones). El proyecto permite contraer matrimonio a dos personas del mismo sexo, la adopción conjunta por parejas homosexuales y la coadopción. El proyecto se ha remitido al Senado, donde es posible que sea rechazado. Sin embargo, se espera que el Congreso lo ratifique definitivamente a finales de junio.

El proyecto se limita a añadir una frase al art. 44 del Código Civil, para expresar que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando los contrayentes sean del mismo o diferente sexo. La exposición de motivos abre la puerta a la adopción conjunta o a la coadopción de los hijos de uno de los contrayentes.

Con esto, España sería el tercer país del mundo en aprobar el matrimonio entre homosexuales -el proyecto canadiense está en mantillas, ver Aceprensa 9/05-, y el cuarto en permitir la adopción conjunta. La mayoría de los países no reconocen como matrimonio las uniones homosexuales o han optado por la vía de la unión civil.

En Estados Unidos, donde hay mucha actividad legislativa desde que el Tribunal Supremo de Massachusetts obligara al gobierno estatal a legalizar las uniones homosexuales en 2003, 18 Estados han añadido enmiendas a sus Constituciones en las que definen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer; 17 más podrían hacerlo antes de que termine 2006. El efecto inmediato de las enmiendas constitucionales es que cierran la vía judicial para aprobar estas uniones.

Algunos Estados tienen proyectos para admitir las uniones entre personas del mismo sexo, pero solo Vermont y Connecticut (desde el 20 de abril y, por primera vez, sin mandato judicial de por medio) reconocen ciertos «derechos matrimoniales» a las uniones civiles de homosexuales. No obstante, el Congreso de Connecticut aprobó también una enmienda que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

En los lugares en que se han aprobado las uniones civiles o el matrimonio entre personas del mismo sexo se ha repetido el mismo fenómeno: cierto número de bodas nada más aprobarse la ley, pero bajada continua los meses o años posteriores.

En Holanda, según la Oficina del Censo, se casaron en 2001 -año en que se aprobó el matrimonio entre homosexuales- 2.414 parejas (gays y lesbianas); en 2002, 1.838, y en 2003, 1.449. En cambio, en 2001 hubo 79.677 matrimonios; en 2002, 83.970; y en 2003, 78.928. Bélgica empezó de forma modesta: hubo 300 bodas en el primer año -la ley se aprobó en 2003-; no hay datos posteriores pero la cifra es insignificante comparada con el total de 42.105 matrimonios celebrados ese año en el país. En Massachusetts, la semana posterior a la sentencia del Tribunal Supremo se casaron 2.500 parejas; durante los seis meses siguientes, 1.700.

Rechazo de las confesiones religiosas

La Conferencia Episcopal católica española y otras tres confesiones religiosas (judíos, protestantes y ortodoxos) han publicado una declaración conjunta en la que expresan que «el matrimonio monógamo heterosexual forma parte de la tradición judeocristiana» y es «una institución fundamental en la historia de las sociedades de nuestro entorno cultural». Advierten de que «cualquier modificación de la institución matrimonial requiere una profunda reflexión y un amplio diálogo y consenso social, de modo análogo a lo que ocurre con importantes instituciones del Estado».

Los firmantes solicitan «que no se modifique la estructura del matrimonio» y que se acuda al derecho común para regular otro tipo de uniones diferentes a la unión matrimonial, sin modificar su esencia e identidad.

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