La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que se necesitan 333.000 matronas más en los países en vías de desarrollo para reducir la mortalidad materna en dos terceras partes de aquí hasta 2015.
Esta afirmación es el núcleo del comunicado emitido el 15 de noviembre por la OMS junto con la Federación Internacional de Ginecólogos y la Confederación Internacional de Matronas. El comunicado afirma que la asistencia de personal médico en el parto es fundamental para reducir la mortalidad materna, y propone que para 2015 el 90% de los partos se realicen de este modo.
Etiopía, Mozambique y Malaui están aplicando esta política de la OMS, formando personal sanitario en tres años -en lugar de los diez que se requieren para formar un médico- y como consecuencia prevén doblar en pocos años su número de técnicos sanitarios intermedios (Celia W. Dugger, «International Herald Tribune», 24-11-2004). En Mozambique, estos técnicos realizan numerosas operaciones con las que se salvan vidas: en dos décadas se habían formado solo 60 auxiliares médicos y ahora hay 27 más en formación. En Malawi, la principal misión de estos auxiliares es realizar cesáreas, y su número se ha doblado, licenciándose ahora 90 por año. Etiopía, con 69 millones de habitantes, forma 150 médicos por año, pero dos terceras partes de ellos se dedican a la medicina privada. Por ello se ha promocionado la formación de auxiliares médicos, pasando de 30 en 1996 a casi 500 en 2002. En toda África hay 600.000 médicos y enfermeras, pero se estima que es necesario un millón más.
Según la OMS, la región del mundo con menor porcentaje de partos auxiliados por personal médico es África oriental (33,6%), seguida por África centro-meridional (37,5%) y África occidental (39,6%). En Sudamérica, en cambio, el porcentaje (84,8%) está muy cerca de la meta a que aspira la Organización Mundial de la Salud. En el conjunto del mundo, sólo el 61% de los partos cuenta con asistencia médica (al menos de matronas).
Joy Phumaphi, subdirector general de Salud Familiar y Comunitaria en la OMS, asegura que en el 15% de los partos se producen «complicaciones con riesgo de muerte: para una madre y su hijo, la presencia de personal sanitario puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, no sólo porque las matronas pueden reconocer y prevenir crisis médicas inmediatamente, sino porque pueden explicar a las mujeres los cuidados que podrán salvarles la vida en caso de futuras complicaciones».
La llamada de la OMS para que la comunidad internacional dé prioridad a la asistencia sanitaria en el parto contrasta con el enfoque de otras agencias internacionales en relación con el problema de la mortalidad materna. A menudo la necesidad de luchar contra la mortalidad materna se ha empleado como un argumento para promover el acceso a «servicios reproductivos de calidad», centrados en el control de natalidad y la promoción del «aborto seguro».