Los returnships son programas de re-entrenamiento laboral que algunas empresas ofrecen a mujeres que han abandonado por un tiempo largo el mercado laboral, frecuentemente por razones familiares. Si se diseñan bien, pueden ser una gran oportunidad para recuperar talento femenino.
En la gran mayoría de los países europeos, la brecha laboral de la mujer respecto al hombre, en términos de salario y de puestos directivos, es especialmente grande para las madres. Lo mismo ocurre en Estados Unidos: mientras que las diferencias por sexo se han ido reduciendo en las últimas décadas, la penalización por la maternidad apenas ha sufrido cambios.
La práctica de hacer una pausa larga o abandonar definitivamente el trabajo por razones familiares es muy frecuente entre las norteamericanas con hijos. Según una encuesta de 2015, un 40% de ellas había optado por la primera opción, y un 27% adicional por la segunda.
Para evitar esta sangría de talento femenino, cada vez más compañías están ofreciendo a sus exempleadas programas de actualización que les permitan incorporarse de nuevo a su puesto. Se llaman returnships (de return, regreso, e internship, contrato de prácticas). Surgieron en la banca, donde se han hecho más comunes (Goldman Sachs, Credit Suisse, Morgan Stanley, J.P. Morgan…), y han ido extendiéndose a otros ámbitos, como el de las empresas tecnológicas.
Los programas de reincorporación laboral para madres son prometedores, pero aún no benefician a quienes más los necesitan
No obstante, como explicaba un artículo de The Atlantic, todavía se circunscriben casi únicamente a empleos “de cuello blanco”, precisamente donde menos se necesitan, pues estas trabajadoras suelen estar casadas con profesionales de su misma cualificación y, por tanto, muchas podrían permitirse abandonar completamente su trayectoria profesional. Otro problema es que, por ahora, la oferta de plazas es mucho menor que la demanda.
Según Tami Forman, directora ejecutiva de una organización sin ánimo de lucro que diseña y ofrece a las empresas programas de returnship, estas iniciativas son vistas como una oportunidad de negocio en las empresas tecnológicas porque permiten “repescar” a muchas mujeres con gran talento, algo por lo que este tipo de compañías pelean a diario.
El apoyo de otras mujeres en la misma situación es importante, señala Jennifer Gefsky, cofundadora de Après, una plataforma digital para extrabajadoras con largos espacios en blanco en sus trayectorias laborales. La cooperación y los ejemplos de éxito son necesarios para superar la brecha de confianza o autoestima de las mujeres respecto a los hombres, que afecta especialmente a las que han abandonado temporalmente el empleo.
No obstante, para que los programas de returnship sean efectivos no basta con una red de apoyo emocional: es necesario también que la empresa diseñe un plan de formación que cubra de verdad las lagunas profesionales que hayan podido surgir durante el periodo de vacancia; que ofrezca “trabajo real”, y no simples tareas administrativas o “de relleno”, que es lo que a veces ocurre con los internships de los recién graduados.