Las dos principales causas de infertilidad -la edad avanzada y las enfermedades de transmisión sexual- son evitables, si las mujeres empiezan a tener hijos antes y mantienen una relación monógama, ha declarado el doctor Gedis Grudzinskas, director del Brige Center, clínica de Londres para el tratamiento de infertilidad. «Las mujeres prudentes deberían encontrar un punto de equilibrio entre su carrera profesional y tener hijos antes», declaró al diario escocés Sunday Herald (3-VIII-2003).
Mientras los pacientes esperan que las técnicas de reproducción artificial tengan cada vez más éxito, Grudzinskas considera importante que «la sociedad afronte el hecho de que la infertilidad se puede prevenir. No quiero parecer brusco, pero si las mujeres eligen determinadas opciones vitales, deben ser conscientes de sus consecuencias». «Se supone que si la mujer se concentra en su carrera y retrasa la formación de una familia no habrá consecuencias. Pero las hay. Si observamos lo que ocurría antes, las mujeres se casaban más jóvenes, su relación era con un solo hombre y tenían hijos antes».
En Europa cada vez es más común el retraso en la maternidad. En Escocia, las últimas estadísticas indican que el año pasado, por primera vez, el número de mujeres de más de 30 años que tuvieron hijos fue superior al de las mujeres que tuvieron descendencia en la segunda mitad de los 20. También en España, según estadísticas correspondientes al año pasado, seis de cada diez mujeres que dan a luz tienen más de 30 años.
Investigaciones publicadas el año pasado en la revista Human Reproduction indican que la fertilidad de la mujer empieza a declinar hacia el final de la veintena (antes de lo que se creía) y que la del hombre desciende también con la edad. «La edad complica cualquier otro problema y reduce las perspectivas de éxito de un tratamiento de FIV», dijo Grudzinskas. «Si la mujer está en la treintena y su compañero tiene un bajo número de espermatozoides, los problemas se suman».
Las enfermedades sexualmente transmisibles son la segunda causa de infertilidad, que Grudzinskas subrayó que puede ser evitada. La más peligrosa para la fertilidad femenina es la clamidia, que afecta a una de cada diez mujeres jóvenes sexualmente activas. La gonorrea, cuyo número de casos casi se ha duplicado en los últimos seis años, puede causar también problemas de infertilidad si no es diagnosticada a tiempo.
Mientras existe un alto grado de conocimiento del control de la natalidad entre las mujeres, muchas ignoran la simple relación entre edad y fertilidad. Por eso, Sheena Young, directora del Child Infertility Support Network de Escocia, declaraba a este respecto: «Necesitamos educar a las mujeres para que sean conscientes de que si esperan hasta el final de la treintena para tener su primer hijo están corriendo el riesgo de ser infértiles».