Miguel Soria Ruiz-Ogarrio

En la última entrega de este videojuego, la famosa saga de carreras de rallies no aspira a simular aún mejor el funcionamiento de un coche, sino a dar más facilidad al jugador.
El universo de los héroes enmascarados se amplía ofreciendo un violento juego que nada tiene que ver con la historia original y aporta poco a lo que conocemos de los “vigilantes”.

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