Drama

La directora libanesa Nadine Labaki aspira al Oscar con un descarnado retrato del sufrimiento humano.
A pesar de ciertas concesiones a lo políticamente correcto, la película convence por las extraordinarias interpretaciones y por no caer en anacronismos.
Esta primera producción interactiva de Netflix se caracteriza por una cierta complejidad narrativa, pero también por una estética deudora de los videojuegos.
La gran favorita para ganar el Oscar es una emotiva “road movie” rodada con la receta del mejor cine clásico.
La película con la que Robert Redford se retira de la interpretación explora el misterio de un atracador de bancos compulsivo, que no sabe vivir de otra manera.
Basada en una novela de 1974 del escritor neoyorquino James Baldwin, cuenta una historia de amor marcada por el odio racial.
El griego Yorgos Lanthimos cambia de género pero no de tono ni de discurso, para seguir incomodando al espectador.
Shyamalan recupera algo de fuelle con su personal franquicia de superhéroes, pero sin llegar a la altura de los éxitos de antaño.
Adam McKay ofrece un interesante “biopic” de quien fue la eminencia gris detrás del presidente George W. Bush: su vicepresidente Dick Cheney.
Bonita historia de amor, atravesada por la Gran Guerra, que lleva a una interesante reflexión sobre la inhumanidad de los conflictos bélicos.
Una comedia de enredos, escrita según un modelo clásico, pero con un tono y contenido contemporáneos.
La compleja e histriónica personalidad de Silvio Berlusconi, a través de la mirada de sus amigos, su mujer, sus enemigos...
Película iraquí, más documental que ficción, que reflexiona sobre las raíces del terrorismo islamista.

Un thriller psicológico en dos planos temporales, distribuido en diez episodios breves, que crea suspense sobre todo por su puesta en escena y por la extraordinaria actuación de Julia Roberts.

Una peculiar crítica social con personas del “semisótano” de la sociedad en una familia bastante poco corriente
Icíar Bollaín lleva a la pantalla el difícil camino hacia el éxito de un joven cubano que llegó a estar entre las primeras figuras del ballet mundial.
El mexicano Alfonso Cuarón vuelve al barrio de su infancia y convierte su memoria y su nostalgia en cine de muchos quilates.
A pesar de que se conoce el desenlace, Thomas Vinterberg consigue mantener el interés de este “thriller” claustrofóbico.
Drama familiar en torno a la adicción de un hijo donde sobre todo brillan las interpretaciones de Julia Roberts y de Lucas Hedge.

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