Fernando Iglesias

Almodóvar ha rodado una cinta que puntúa más alto que algunas de sus últimas creaciones, y que es una suerte de testamento sobre el séptimo arte.
Con esta historia de una madre alejada de su hija, Almodóvar recupera el nivel que había perdido y vuelve sobre sus temas de siempre, aunque con algo más de profundidad.
El director nos lleva a situaciones imposibles que provocan bochorno, y los actores tienen que seguirle el juego.

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