En Perú, en materia de defensa de la vida y del matrimonio, los números han avalado muy recientemente el sentir de las multitudes que protagonizaron, en marzo, la Marcha por la Vida. Pocos días atrás, una encuesta de Ipsos arrojó que el 87% de los consultados rechazaría elegir a un hipotético candidato presidencial que impulsara el aborto, frente a un escaso nueve por ciento que sí votaría por él.
Asimismo, los peruanos rechazan por amplia mayoría el matrimonio homosexual (76% contra 20%) y la idea de legalizar drogas como la marihuana (un 92% se opone). Y la curiosidad pica: ¿cómo es posible, ante la actual avalancha en otras partes del mundo, que tan gran proporción de encuestados en el país sudamericano siga avalando los valores tradicio…
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