Amnistía Internacional (AI) ha iniciado una campaña en contra de la violación de derechos humanos en Estados Unidos. La campaña durará un año y tiene como objetivo denunciar los malos tratos a presos, inmigrantes y solicitantes de asilo político.
Este año, AI ha publicado un informe específico sobre la situación de los derechos humanos en EE.UU., en lugar de dedicarle un capítulo dentro del informe anual. Según la organización, «Estados Unidos, fundado en nombre de la democracia, la igualdad política y jurídica y la libertad individual, ha promovido instituciones para proteger las libertades civiles individuales y ha desempeñado una función clave en la creación de normas internacionales de derechos humanos. Sin embargo, sigue sin cumplir la promesa fundamental de hacer que los derechos sean para todos, incluso en su propio territorio». En EE.UU., dice el informe, abunda la brutalidad en las actuaciones de la policía.
Capítulo aparte merece la pena de muerte. AI señala que alrededor de 350 personas han sido ejecutadas desde 1990 y otros 3.300 condenados están a la espera de seguir la misma suerte. El informe critica que la pena de muerte se emplee como venganza, y también que la raza o la situación económica del acusado influyan en sus posibilidades de defensa.
Por otro lado, AI propone a Estados Unidos que aplique una serie de medidas. Entre ellas se pueden citar: crear organismos de vigilancia independientes y eficaces para investigar las denuncias de abusos policiales y de abusos cometidos en centros penitenciarios; prohibir las técnicas de inmovilización de detenidos que revistan peligro y crueldad, incluidas la práctica consistente en atar a un individuo con los pies y las manos juntos y el empleo de cinturones paralizantes de electrochoque; prohibir el uso sistemático de las técnicas de inmovilización en reclusas embarazadas y prohibirlas totalmente durante el parto; garantizar que sólo se detiene a los solicitantes de asilo como último recurso y que nunca se les recluye en cárceles; prohibir la pena de muerte a menores como un primer paso hacia la abolición total.