Después de meses de abatimiento ante las crisis de la Unión Europea, el optimismo regresa a Bruselas: “El viento vuelve a las velas de Europa”, ha dicho el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en su último discurso sobre el estado de la Unión. Pero surge la duda de si el recién estrenado entusiasmo no ha dado por cerrado demasiado pronto el debate sobre “la crisis existencial” de la UE, a la que se refirió el propio Juncker en su discurso del año pasado.
“Nunca antes había visto tanta fragmentación, tan pocas cosas en común en nuestra Unión”. Esto lo dijo Juncker en septiembre de 2016. Y, ciertamente, había motivos para estar preocupados: sin haber remontado aún las consecuencias de la crisis económica, el drama de los r…
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