Poco a poco, va tomando cuerpo en las filas de la izquierda anglosajona la contestación a la censura políticamente correcta en nombre de la diversidad, una crisis que comenzó en las universidades y que, con el auge del movimiento Black Lives Matter (BLM), ha tomado fuerza en las redacciones de los diarios.
La desafección lleva tiempo gestándose. Varios analistas sitúan el punto de inflexión a mediados de la década de 2010. Fue entonces, explica el periodista Andrew Sullivan, cuando los grandes medios empezaron a popularizar términos de la teoría crítica, la doctrina de corte marxista en que se apoya la ideología woke: no binario, masculinidad tóxica, supremacismo blanco, queer, transfobia, etc. Desde entonces, dice en otro artículo, Estado…
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