El economista, historiador y analista político Nicolas Baverez, discípulo de Raymond Aron, acaba de editar un libro Violence et passions. Deféndre la liberté à l’âge de l’histoire universelle (Editions du Observatoire, París, 2017), que bien podría haberse titulado “La democracia occidental y sus enemigos”, y esa democracia no es otra que la liberal y la representativa. No se la califica, por ejemplo, de “plutocrática”, como hacían los totalitarismos de la época de entreguerras, pero se cuestiona su representatividad y su vigencia para los tiempos actuales.
Para los populismos, de uno u otro signo, es el momento de “nuevas políticas” y de nuevos líderes, de democracia directa, por no decir plebiscitaria. Pero la democracia liberal, nacida …
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